Los Conspiradores del Placer

Ficha técnica

  • Título: Los conspiradores del placer
  • Título en versión original: Spiklenci slasti
  • Director: Jan Švankmajer
  • Guionista: Jan Švankmajer
  • Productor: Jaromir Kallista
  • Año: 1996
  • Actores: Petr Meissel (Mr. Pivoine), Gabriela Wilhelmová (Mrs. Loubalova), Barbora Hrzánová (Postmistress), Anna Wetlinská (Mrs. Beltinska)
  • Premios: I Festival de Locarno

Género/movimiento/escuela

Género: Animación stop-motion, comedia, fantástico, drama, comedia negra, sátira.
Movimiento: Surrealismo
Escuela: -

Contexto social, político y cultural del momento y posible influencia

Checoslovaquia, presidida por el disidente anticomunista Václav Havel, emprendía en los años 90 su viaje hacia los cambios democráticos, iniciados por la Revolución de Terciopelo en 1989.

Tras la disolución de Checoslovaquia (1993), la nueva República Checa afrontaba una época de decadencia y deterioro, tanto a nivel económico como a nivel social: la doble nacionalidad no estaba permitida, los vínculos comerciales habían quedado interrumpidos y la disgregación lingüística dificultaba la comunicación entre las personas de ambos territorios.

En este contexto de cambio económico, político y social, el estado se conecta oficialmente a Internet. La República Checa prosigue el camino de la liberalización política y social y recupera paulatinamente su esplendor, permitiendo a los artistas dar rienda suelta a su imaginación.

Švankmajer es el sucesor de la Nová Vlna o Nueva Ola Checoslovaca, un movimiento cinematográfico de vanguardia que comparte con cineastas como Milos Forman o Vera Chytilová. La influencia de esta corriente artística, que explora temáticas y maneras distintas de contar historias, es evidente en la obra de Jan Švankmajer. Es en los créditos finales donde el artista europeo reconoce las evidentes influencias de Sigmund Freud, el surrealista Max Ernst, Luis Buñuel y el Marqués de Sade.

Si analizamos Los conspiradores del placer, encontraremos además coincidencias entre esta película y la obra de David Cronenberg, así como la transgresión sórdida y la pasión por la descomposición de Joel-Peter Whitkin.


Situación de la animación cuando se realiza la película


Durante la década de los 90, Disney era indiscutiblemente el mayor representante de la animación. Sus películas y cortos animados estaban plenamente orientado hacia niños o familias, lo cual, desgraciadamente, contribuía a que la animación fuese vista como un medio infantil.

Al ser Disney el mayor representante de la animación, la técnica más extendida era aquella que ellos mismos usaban: los dibujos animados. No obstante, existían también ejemplos muy famosos de otras técnicas, como bien podía ser Pesadilla antes de Navidad, de Tim Burton, que usaba la técnica de stop-motion con muñecos que tenían un “esqueleto” metálico.

No obstante, a mediados de esta época, con el estreno de Toy Story, dio comienzo el boom de la animación por ordenador, técnica que sería ampliamente utilizada y predomina siendo la más usada aún hoy día.

En el caso de Los Conspiradores del Placer nos encontramos con una película que, pese a tener (como todos los trabajos de Švankmajer) gran inspiración en la animación occidental (The Muppets, Tim Burton...) se opone a todo lo que era común en la animación durante aquella época: se trata de una película cuyo target son personas adultas, surrealista y cuya técnica de animación consistía en stop motion con actores en acción real.

Argumento/sinopsis

Una serie de personajes habitantes de una Praga empobrecida y arruinada, que parece a punto de derrumbarse, dan rienda suelta a sus inimaginables placeres carnales y van a embarcarse en la construcción de una serie de artilugios con los que obtener una cierta gratificación sexual haciendo referencia a Freud o El marqués de Sade y haciendo uso de la masturbación y el fetichismo.


Análisis de la película, estructura, principales escenas

Jan Švankmajer aborda con Los conspiradores del placer su primer guión original en un largometraje. Tomando inspiración de los tratados de Sigmund Freud y los obscenos pasajes del Marqués de Sade y Leopold Von Sacher-Masoch, el cineasta checo dirige una historia sórdida, surrealista y sádica de uno de los impulsos humanos más básicos: el sexo.

Protagonizan la película seis individuos con variopintas parafilias, muy alejadas de la concepción estándar de sexo socialmente establecida. A través del psicoanálisis, la calidad narrativa, el manejo de la imagen y las reflexiones filosófico-éticas, el autor nos invita a abandonar las posturas moralizantes e intentar comprender las razones por las que el placer anida, en ocasiones, en los lugares más extraños.

La primera parte de la película abarca las preparaciones de los rituales que permitirán a los personajes llevar a cabo sus perturbadoras perversiones. El esfuerzo y dedicación empleados para llevar a cabo estas retorcidas fantasías despierta cierta curiosidad en el espectador, al no existir forma de averiguar sus futuras intenciones.

La segunda mitad recoge la ilustración de la consumación de las fantasías. Perversión, fantasía y realidad se confunden, conformando una sucesión de escenas brillantes con un increíble uso de la animación.

Entre las escenas destacadas, cabe mencionar el ritual de Mr. Pivoine con su disfraz de gallo, las alucinaciones de Postmistress tras esnifar las perfectas bolas de pan y la sádica actuación de Mrs. Loubalova con la marioneta de Mr. Pivoine.


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